No sabía hasta ese momento que las personas, a veces, te defraudan, y él comenzaba a formar parte de esa cada vez más amplia lista. Era algo que dolía, dolía de verdad.
Y es que, aunque ella recordaba cada pequeño instante a su lado, se dio cuenta de que, al parecer, él ya los había olvidado, todos y cada uno de ellos. Los 'te quiero' sinceros que repetía mentalmente cada noche ya sólo valían para dejarse dormir y las sonrisas al recordar aquellos chistes tontos únicamente salían de sus labios.
Porque, a pesar de la distancia, mantenía la esperanza de que al menos la recordara. Pero, aunque ella se había quedado estancada en un pasado tan real como bonito, él había continuado avanzando, creando nuevos recuerdos en los cuales ella no estaba presente.
Los suspiros se evaporaron de golpe, su historia tuvo por fin el título de pasado y ella comenzó a caminar hacia un futuro que llevaba mucho tiempo perdiéndose.