martes, 9 de noviembre de 2010

Yo sé que eres mi amor prohibido, mas no puedo alejarme de ti ya que tú me has enseñado a conocer el dulce sentimiento de este amor que jamás lo conocía, me has dado todo de ti con ternura, paciencia y abnegación y lo que es más, con mucho amor.

Me has aceptado como soy y no me has pedido nada a cambio, sólo me has pedido que te ame con ese amor que descubriste en mí que lo tenia muy escondido en el fondo de mi corazón y que ni yo sabía que lo l
levaba en mí.

Ese tesoro lo descubriste tú como un cofre perdido en lo más profundo del mar y que al abrirlo encontraste el más bello diamante y ese fue mi corazón radiante y deseoso de latir por ese amor, que cuando al ser encontrado, lo puliste, lo sacaste de su coraza hasta darle forma dándole así un motivo para latir, vivir y amar.

Fuiste el más dulce buscador de tesoros ya que luchaste contra mares y tormentas hasta llegar a mí.

Tú sabes que ese tesoro pertenece a un lugar triste y solitario, mas mientras puedas cuidarme y hacerme sentir que mi corazón latirá sólo por tí, permaneceré así sea a escondidas, pero recibiendo tu dulce amor y la felicidad que solo tú me sabes brindar y por el cual ahora vivo.
Gracias mi amor por encontrarme.